Cuando otro lo dice mejor que tú, bueno es mantener puras sus palabras:
"Hay un hilo invisible que une cada persona, cada suceso, todo esta relacionado. El observador es uno con lo observado.
Cada una de las personas, cada uno de los sucesos de nuestra vida están relacionados, no son sucesos separados, sino uno solo, cuya forma cambia constantemente.
No hay un otro separado de nosotros, cada persona, cada momento están profundamente interrelacionados. Aún el evento más mínimo, aún aquella persona que simplemente cruzamos por algunos minutos, todos son partes del gran cuadro.
Esa profunda relación que nos une con todos y con todo, trae de manera perfecta aquellas personas y aquellas experiencias que más necesitamos para recordarnos y jugar el juego divino de manera consciente. Nadie dijo que todas las personas o experiencias que están en nuestra vida son las mejores, pero si son aquellas que más necesitamos.
El maestro está ahi, a tu costado, en frente, en tu amigo y tu enemigo, en tu jefe, en tu pareja, en ti mismo. Cada persona trae consigo aquella perla que más necesitas experimentar. Algunos son maestros que nos acompañaran por años, otros tan solo algunos momentos. Cada uno de ellos con la clave para develar el misterio de Lilah, el juego divino.
La famosa frase iniciática "Cuando el alumno está preparado, el maestro aparece" no solo es real, sino que se encuentra en frente de ti, cada momento de tu vida.
EA"
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miércoles, 11 de agosto de 2010
Sabiduría interior
Según pasa la Vida, la persona sabia se enfrenta a tres tareas:
aprender a conocerse a si misma
aprender a confiar en si misma
y aprender a asumir riesgos.
Conociéndose a si misma, aprende a conocer a los demás.
Confiando en si misma, aprende a confiar en los demás.
Asumiendo riesgos, adquiere el coraje de dejar ir.
La persona sabia recibe los mejores regalos de si misma.