En estos días grises en los que te apetece es estar en casa calentitos (hemisferio norte), es un tiempo en el que nos tenemos que forzar en dejar entrar la alegría, que es lo que nos va a calentar (el corazón) y darnos ímpetu.
Me lo comentaba un amiga: "nos estamos haciendo unas setas, me paso el tiempo trabajando y tengo que forzarme a salir y relacionarme porque si no siento que se me pasa la vida y no la he disfrutado".
A veces nos pasa. El mejor contrapeso a esa desazón es planear algo divertido que te sacuda la melancolía y en hacer algo nuevo cada día.
El ejemplo más vivificante el de otra amiga, enfermera.
Se han contagiado unas cuantas de su trabajo del espíritu festero planeando un cocktail navideño, con lotes de regalo, adivinación (ahí voy yo a echarles una mano), globos y juegos.
En dos días ya lo han planeado todo. ¡Y se han animado tanto que ya planean una futura fiesta de disfraces para el 2014!.
Puedes estar tan feliz estando en casa con un libro, película, videojuego o música. Pero que al final del día veas que has disfrutado. Tanto si recuerdas la última ocurrencia de tu hijo el pequeño después de acostarle, como si te acuerdas de algo que alguien puso en el whats app o en el facebook y te hizo reir.
¿Has sonreido hoy?
¿Qué has hecho hoy para darte ilusión, que te haya hecho feliz? (Valen las botas nuevas, los diez minutos en la bañera, llamar a un amigo, cocinar tu plato preferido, invitar a amigos a tarta y café,...)
Pues recuérdalo a la hora de acostarte.
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