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miércoles, 28 de julio de 2010

La meditación de la rosa de tu salud


Respira profundamente y concéntrate en el proceso. Siéntete relajado/a y feliz. Mientras vas respirando sientes cómo la calma inunda tu cuerpo. Visualiza un espacio natural en el que te sientes feliz y protegido, siente cómo perteneces a la tierra, a este mundo. No piensas en nada, sólo te sientes en paz. La luz te ilumina y vivifica, sientes el calor energizándote y calmándote. Cuando un pensamiento entra por tu mente lo dejas marchar, disolviéndose como una nube.

Siente como todas las partes de tu cuerpo se relajan una por una. Vas poniendo la atención en cada una de ellas de abajo arriba y sientes como se van relajando. Invita a los ángeles o guías que puedas tener a que se unan a . Tu concentración y relajación es total y completa. Visualiza una rosa, mírala desde todas las ópticas posibles, siente su textura y olor. Puede ser una rosa o cualquier otra flor, incluso un árbol. Dale a la rosa tu nombre y pídele que represente tu estado de vitalidad. Observa todas sus características, todos sus cambios en cuanto le das tu nombre.

Mira a su alrededor y observa que entorno tiene y cómo se siente la rosa respecto a su entorno.
Date tu tiempo para revisar todos los detalles y fijarlos en tu mente.
No esperes que la rosa tenga un determinado aspecto ni intentes crearla de esa manera, simplemente le das tu nombre y le pides que refleje tu salud. El color de la rosa puede ser cualquiera. Abrete para recibir las impresiones que aparezcan.

Si estás brillante y saludable, así lo parecerá la rosa. Si estas fatigado/a, sus hojas pueden caer. Si estas bien centrado y enraizado, la rosa lo mostrará, quizá presentándose plantada en un atractivo jardín. El color de tu rosa es simbólica también. Mira la imagen que se ha creado ante y empieza a valorar la energía e impresión que estás recibiendo.

¿Qué es lo que sientes al verla?, ¿puedes hacer alguna correspondencia con partes de tu cuerpo?, ¿qué crees que necesita y por qué crees que está así?.

Una vez tengas tus respuestas envía sanación a la rosa. Visualiza primero una luz sanadora que vivifíca la planta. De un color sin especificar, el color que aparezca será el que necesites ( estaría bien que lo incluyeras entre tu vestuario durante la próxima temporada).
Envíala como un sonido, pidiendo de nuevo sólo el sonido que tenga más posibilidades de sanación para tu rosa.
¿Cómo responde la rosa a la luz y el sonido?
Haz lo mismo con una variedad de emociones positivas, pidiendo de nuevo la que necesitas. Amor, alegría, cumplimiento, consuelo, admiración, inspiración. Observa cúal es la emoción o emociones que necesitas.
Proyecta una imagen del sol sobre la rosa, que la luz del sol la llene de bienestar y curación con sus rayos dorados. En cada paso, observa cómo responde la rosa y cómo se siente tu cuerpo.

Ahora, disuelve la rosa y contempla en su lugar una imagen de mismo. Probablemente, no será una imagen clara o detallada. Puede ser sólo un perfil impreciso o de sombras, o un tono de un color. Sea lo que sea lo que veas, estará bien. Pide ver tu estado de salud. Envía a esta imagen las mismas imágenes que enviaste a la rosa. Hazlo de una en una, observando lo que se envía en cada ocasión. Observa cómo cada forma de energía que envías puede cambiar la imagen que tienes de mismo.
¿Son las mismas formas que enviaste a la rosa? Los colores, los sonidos, las emociones.
Observa en cada ocasión cualquier sensación de tu cuerpo y su localización.
Pregunta si hay algo más que tus guías y ángeles quieren que hagas, veas, envíes o tomes conciencia de ello. Haz una imagen más, esta vez de ti mismo con plena salud, vitalidad y alegría. Conviértela en el ser que deseas ser y sabes que eres en tu interior. Concédete el tiempo que necesites para hacer esto.
Da las gracias a tus guías y vuelve al momento presente. Regresa a la conciencia del presente lentamente y observa cómo te sientes en tu cuerpo, tus emociones y tu mente.

¿Qué has aprendido de mismo y de tus necesidades?
¿Has recibido algún tipo de instrucción? Quizás has sentido que necesitas tener más descanso, beber agua, ir a la playa o rodearte de naturaleza.
¿Cuánta de la luz que enviaste a la rosa que lleva tu nombre te resultó necesaria?

Puedes realizar este tipo de visualizaciones con otra persona, poniéndole su nombre. Pero cuando veas que tienes ya práctica con esto y sobre todo cuando cuentes con su permiso. Si te lo ha dado expreso la persona o si no al entrar en estado meditativo al preguntarle a su alma si te da permiso. Si no lo tienes, puedes decir que le llegue lo que le tenga que llegar.

Meditación sacada de "Sanacion Psiquica con la Diosa" de Diane Stein.

Meditación Tarot

En estos días de solaz y descanso os propongo unas meditaciones para recuperar la calma mental. A aquellos que estén familiarizados con el tarot esta siguiente le resultará intensa.

Busca un sitio tranquilo y una postura cómoda con la espalda recta. Concéntrate en tu respiración. Inhala contando 4 tiempos, mantén el aire en cuatro tiempos y expira en otros cuatro tiempos. Siente como al inhalar te llenas de energía , al retener se expande por todo tu cuerpo, y al expirar cómo lo que sobra o los restos negativos salen. Hazlo varias veces.

Imagina el Emperador delante de . De él surge una poderosa corriente de energía, color rojo fulgente que penetra en tu cabeza, en los ojos y en la totalidad del rostro. Masajea suavemente el cuero cabelludo, tensa las mandíbulas y a continuación relaja.

Visualiza el 5, el Sumo Sacerdote y siente que una energía color rojo-naranja penetra en tu garganta y envuelve el cuello. Tensa el cuello y haz rotaciones suaves hacia la derecha y hacia la izquierda. Relaja el cuello.

Visualiza el 6, Los Enamorados e imagina que de la imagen surge una energía de color naranja que envuelve tus hombros, brazos y manos. Tensa los músculos de esta zona del cuerpo; los hombros, bíceps, tríceps, antebrazos y manos, mientras los imaginas envueltos en luz naranja. Relaja la zona.

Visualiza el 7, El Carro; imagina una energía de color naranja amarillenta que envuelve tu pecho y la zona del estómago. Tensa los músculos del pecho, los pectorales y los abductores del estómago y posteriormente relaja.

Imagina que detrás de se encuentra el arcano 8, la Justicia, y que de él surge una corriente de luz verdosa que envuelve los riñones. Haz ejercicios de cintura y después relaja.

Imagina el Ermitaño delante tuyo. Siente que una luz color verde amarillento envuelve tu vientre y todos los órganos y vísceras ahí contenidos. Mete el vientre hacia dentro. Relaja.

Ahora visualiza detrás de a La Fuerza, de ella surge una luz de color amarillo que envuelve tu espalda. Tensa los músculos de la espalda y después relaja.

Visualiza al nº 13, la Muerte, siente que de él surge una luz verde azulada que envuelve la zona genital y el ano. Contrae estas zonas del cuerpo y relaja.

Imagina al nº 14, la Templanza, y siente que una luz de color azul celeste surge de él y envuelve tus glúteos, caderas y muslos. Tensa estas zonas y relaja.

Visualiza el Diablo del que surge una energía luminosa de color índigo ( o azul morado muy oscuro), que envuelve tus rodillas. Haz movimientos rotativos con ellas y después relaja.

Por último, imagina la Luna y visualiza una energía de color rojo violeta que envuelve tus pies. Fija tu atención en esta zona del cuerpo durante unos instantes.

Sigue respirando en 4 tiempos e imagina que la carta 21, el Mundo, se sitúa en la base de tu columna vertebral. Imagina que la mujer danzante de la carta eleva hacia arriba su vara hecha de luz.
Visualiza que la luz llega hasta la carta 16, La torre, que se encuentra situada en tu ombligo. La Torre al recibir la luz se transforma en una torre de oro.
Imagina ahora que de la parte superior de la Torre asciende una columna de luz dorada que llega hasta la carta nº 10, La Rueda de la Fortuna, situada en el plexo solar. Al recibir la luz, la rueda comienza a girar y los seres que se encuentran en ella se transforman en seres bellos y radiantes. El personaje que porta la espada, la eleva y de ella surge una luz que asciende hasta tu corazón donde está la carta de El Sol.
Imagina que al llegar la luz, el Sol aumenta de tamaño y se hace mucho más brillante. Visualiza que los dos niños se abrazan y quedan envueltos en luz dorada.
El Sol proyecta su luz hacia arriba y la carta nº3, la Emperatriz, situada en la garganta, la recibe llenándose todo el arcano de preciosas rosas rojas y de brillantes pepitas de oro.
La Emperatriz eleva su cetro y envía una corriente de luz hacia arriba, al llegar a la carta nº 2, la Papisa se transforma en una niña bellísima e inocente. Envía la luz de su libro hacia el entrecejo.
En el entrecejo se encuentra la carta nº1, el Mago. Éste al recibir la luz queda como en éxtasis y levita hasta unirse con la carta el Loco, que se encuentra sobre la cabeza.
En este momento el Mago y el Loco se hacen uno.

Ahora deja que la energía espiritual y sentimiento de tú y el Loco Divino son también "uno", te inunde y llene de paz. Siente que desde la zona situada sobre tu cabeza desciende el amor, la luz, la sabiduría, el poder y la alegría; inundando todo tu ser.

Al dar por finalizada la meditación, imagina que el Mago desciende hasta ocupar su lugar en el entrecejo.

Queda en Paz.



Extracto de Tarot y Cábala, Caminos Espirituales- J.A. Portela, Editorial Edaf, 2001.