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viernes, 3 de septiembre de 2010

Buscando a tu druida interior

Te sientes tranquilo y en reposo. Sientes tu cuerpo adormecido: de abajo hacia arriba, de los pies a la cabeza, sientes como a poco se van relajando todas las partes de tu cuerpo.
Respiras pausadamente: cuentas 4 para inspirar, y 4 para expirar. 1,2,3,4, 1,2,3,4,…

Sientes una gran luz blanca que te rodea, y que te lleva a un bosque o colina, estás en el centro de un claro. Ahora piensa en cuál es para ti la imagen de tu ser sabio interior. Piensas en cuál es tu ser sabio y aparece poco a poco.

Cuál es tu arquetipo de druida, es un anciano sabio con barba blanca, es un chamán vestido con pieles de animales, es una mujer,....

La imagen que se te ha formado fíjala en la mente. Estás frente a ella o ellas. Puedes encontrarte con varias figuras pero una para ti es la central. Siente cual o cuáles son las verdaderas.
¿Qué te dice acerca de tus propios anhelos, creencias o aspiraciones? Qué te transmite.

Habla con esa imagen tranquilamente. Pregúntale su nombre, su historia, su mensaje, la lección que tiene que enseñarte. Pasa tiempo con tu arquetipo de druida encontrando las respuestas, conociéndole.

Cuando te sientas preparado, dale las gracias por compartir contigo ese conocimiento y despídete hasta la próxima. Continúa respirando pausadamente y date un tiempo para sentir la naturaleza a tu alrededor.
Cuando quieras baja la colina; o sal del bosque por el camino que se te aparece y continuamos el viaje.


Basado en El sendero del druida de Philip Shallcrass, página 20.