–¿Dónde están sus muebles?–preguntó el turista. Y el sabio, rápidamente, también preguntó:
–¿Y dónde están los suyos?
–¿Los míos?–se sorprendió el turista–. ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!
–Yo también…–concluyó el sabio.
–¿Y dónde están los suyos?
–¿Los míos?–se sorprendió el turista–. ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!
–Yo también…–concluyó el sabio.
La vida en la tierra es solamente temporal. Sin embargo, algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente y se olvidan de ser felices. El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables. "