He encontrado una página con unas imágenes preciosas de vishnu pero me ha sorprendido la belleza y bondad que emanan de las historias que en ella cuentan.
http://hablando-conmigo.blogspot.com/
El bloguero recoge historias que ha recibido por e-mail para compartirlas con todos. Me ha dado pena no encontrar la pestañita o hueco para dejar un mensaje, si lo encontrais avisarme para darle las gracias y para preguntar el artífice de las imágenes.
Esta es una de las historias.
Cuando me amé de verdad . . .
Comprendí que en cualquier circunstancia
Yo estaba en el lugar correcto . . .
En la hora correcta . . .
En el momento exacto . . .
Entonces me relajé.
Hoy sé
que eso tiene nombre:
AUTOESTIMA
Cuando me amé de verdad . . .
Me di cuenta de que mi angustia
y mis sufrimientos emocionales
no pasan de ser una señal de que voy
en contra de mis verdades.
Hoy sé
que eso
es:
AUTENTICIDAD
Cuando me amé de verdad . . .
Dejé de desear que mi vida fuese distinta
y comencé a ver que todo lo que sucede
contribuye a mi crecimiento.
Hoy
a eso le llamo:
MADUREZ
Cuando me amé de verdad . . .
Comencé a entender cómo es ofensivo
forzar alguna situación o a alguien
para realizar mis deseos
aún sabiendo que no es el momento
o que la persona no está preparada,
inclusive yo mism@
Hoy sé
que el nombre de esto
es:
RESPETO
Cuando me amé de verdad . . .
Comencé a despojarme de todo
lo que no fuera saludable:
personas, tareas, todo
y cualquier cosa que me desanimara.
En principio, mi razón
me llamo la atención acerca
de esa actitud de egoísmo.
Hoy sé
que se llama:
AMOR PROPIO
Cuando me amé de verdad . . .
Dejé de temerle a mi tiempo libre
y de hacer grandes Planes.
Abandoné proyectos a muy largo plazo.
Hoy hago lo que considero correcto,
lo que me gusta, cuando quiero
y a mi propio ritmo.
Hoy sé
que eso
es:
SIMPLICIDAD
Cuando me amé de verdad . . .
Desistí de querer tener siempre la razón
y con eso cometí menos errores.
Hoy
descubrí
la . . .
HUMILDAD
Cuando me amé de verdad . . .
Dejé de revivir el pasado
y de preocuparme por el futuro.
Ahora, me mantengo en el presente,
que es donde la vida realmente ocurre.
Hoy vivo un día a la vez . . .
Eso es:
PLENITUD
Cuando me amé de verdad . . .
Entendí que mi mente puede perturbarme y decepcionarme.
Pero, cuando la coloca al servicio del corazón,
se torna una enorme y valiosa aliada.
Todo eso
es:
¡SABER VIVIR!
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