Buscar este blog

domingo, 5 de septiembre de 2010

Accede a la biblioteca universal que está en tí

Céntrate en la respiración. Separa suavemente las mandíbulas, relaja la lengua y permite una respiración profunda y rítmica para relajar el cuerpo. Abre tu mente a un estado de mayor conciencia respirando.
Respira profundamente e imagina tu cuerpo lleno de espirales doradas de energía.
Ahora visualiza una nube de energía, como una suave lluvia de primavera, que pasa por encima de ti, desde la cabeza hasta los pies.

Cualquier tensión que tengas desaparece y te sientes fresco, claro y libre para zambullirte sin impedimentos en las profundidades de tu ser. Ahí, en tu mente, hay un lugar que se llama “la sala de las respuestas”. Es el conocimiento de tu visión interior que siempre sabe la respuesta. Ahora vamos a descubrirlo.

Imagínate en un lugar en el que tienes que localizar el puente que te lleva a esa habitación de las respuestas. Puede ser que esté en una calle llena de gente, en un viejo edificio de oficinas, en un tranquilo sendero campestre o escondido como el nido del águila en un acantilado. Imagina  que localizas el puente, traspásalo.

Te encuentras frente a una puerta. La sala de las respuestas es tu creación y puede estar en cualquier sitio de tu elección; siente el fuerte impulso de ir allí y luego observa cómo estás delante de la puerta. Repara en su calidad y color, en cómo es su pomo. Una vez que tengas esa imagen grabada en tu mente, abre la puerta.

La sala de las respuestas está bien amueblada, decorada con bellas telas, y tiene asientos muy cómodos. Piezas de arte fascinantes, un globo terráqueo, libros, plantas, flores y un juego de té. Grandes puertas de cristal se abren a un suntuoso jardín. Entra ahora en la sala de las respuestas y ponte cómodo. En esta sala encontrarás todo lo que deseas. Una vez cómodamente instalado, piensa en lo que quieres saber. Deja que la vista se deslice por toda la sala, fija la mirada aquí y allá y retén en tu memoria todo lo que veas.

Cuando estés preparado, expón claramente la pregunta de lo que esperas respuesta. Relájate y espera a que te sea revelada. Puede que no recibas la respuesta al momento, pasea la vista por la habitación, saborea y disfruta de la taza de té o de tu bebida favorita, mientras escuchas en calma.
Siente la serenidad de esta sala de conocimiento interior.

Si no la escuchas claramente de tu propia voz interna, pide que la respuesta te sea claramente presentada en los próximos tres días, de la que recibirás mensajes o señales. Bien sea porque un ser querido te lo diga o que veas un cartel que abra tu mente. Esa señal la sentirás claramente como verdadera, como la respuesta a tu pregunta.

Puedes visitar esta sala cada vez que decidas elevar tus pensamientos y ganar mayor claridad con respecto a ti mismo y al mundo en general.
Disfruta de la visión de los jardines y libros de tu sala de las respuestas, y cuando creas oportuno sal y cierra la puerta. Sigue respirando pausadamente.

Debes confiar en que, una vez has puesto en marcha este tipo de programación interna, la respuesta aparecerá. Puede que la obtengas mientras permaneces dentro de la sala o, a veces, a lo largo de los siguientes tres días.

Conforme mejores cada vez más usando tu imaginación, ampliarás de forma natural tu capacidad en la emisión y recepción de señales.

Acuérdate de que tus pensamientos crean y forman la realidad, cada vez que mejoras en tu emisión, más rápidos se harán efectivos tus deseos. Llegará un momento que sólo tendrás que pensar en la sala de respuestas y plantear la pregunta para recibir la respuesta instantáneamente.


Basado en Recuperar el poder- Sabiduría pleyadiana para un mundo en caos. Barbara Marciniak. Página 71.

1 comentario: