Las fotos son tu mejor aliado, siempre que hayas sacado en cada momento importante para tí; pero eso no pasa siempre porque estas disfrutando del momento y no da tiempo. Las sensaciones, los pensamientos, los olores, las conversaciones ... no aparecen en las fotos aunque te remitan a ello. Pero yo apuesto por llevar el diario de notas
que te permite dejar las impresiones y te ayuda a apuntar el orden cronológico.
Ejemplo:
dia 30- glastonbury tienda duende, tendera con orejas de hada.
torre thor- golosinas muy ricas, velo y chiste david.
comida en Lyons tavern, servilletas con poemas. ¿Tienen ojos las flores?.
tarde: pueblo Dunsted, plaza mediaval y caballos. Bici rota.
Noche: colcha colores quitar por chinches, cena en terraza.
Lo mejor es aprovechar los tiempos muertos en los translados, si pillas tren, autobús, avión, para poder desarrollar las notas esquemáticas.
Viene esto al caso de que vuelve una amiga de vacaciones que prometía escribir mails con todo lo que le pasara y ha vuelto muerta de cansancio, que es lo que suele suceder. Y claro, ahora dice que haber como descarga todos los archivos. Se me olvidó recomendarle el diario de "esquemas de día", que es un sistema muy útil que suelo llevar. Empecé poniendo notitas en cada foto, incluso con los nombres de las personas que hubiera conocido ( por eso de mi memoria que resetea de vez en cuando), para, cuando hubiesen pasado los años, al leer mis "mini apuntes" recordara y volviera a vivir esas situaciones. Tengo desde el viaje de estudios de octavo (14 años) en el que vivías muchas epopeyas y además las sentías así.
En un viaje por Italia me sorprendió mi amiga con la misma idea, ¡ se había llevado también un diario!; así que aprovechamos todos los trayectos en tren para escribir.
Ahora que lo pienso, también te puede servir para desahogarte y volcar todas las quejas que tengas por las diferencias que puedas tener con tus compañeros de viaje, con lo que al final resulta un buen comodín de "limpieza mental". Suele ocurrir que las personas somos diferentes a la hora de abordar los viajes, y tenemos nuestras manías (gracias a Dios si no qué aburrimiento). Lo cual aparece en los viajes y como además estás cansado/a pues se intensifica. Por supuesto lo sano es hablarlo, ver los puntos de vista del otro y saber explicar los propios, y llegar a acuerdos. De repente en un viaje descubres una tirana, un vago, un entusiasta, un guarrete o una maniaca de la limpieza. ( Perdonar que no ponga el /a, /o, cada poco, que es cansado). O lo descubren los demás. Pues no pasa nada, todo depende de como lo afrontéis. Nada de quejas, y recuerda por qué te fuiste con esas personas de viaje. Lo bueno, lo maravilloso.
Prohibida la reproducción o copia de esta foto
Tu fantástico diario de vacaciones lo registrará todo.
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